Por la periferia duermo por el centro existo y vivo en una hoja de papel.
Ya se hace imposible la existencia si los gritos depravados humillan al ser humano por un acto tan inocuo como sonarse la nariz.
Pero no tiene sentido dejar a un lado esa periferia por lo menos ahora
Cuando hacemos cuentas para despegar el cuerpo del suelo y alcanzar el alma en ese lugar tan lejano que no conocemos y al que llamamos hogar
Saldría muy caro existir en un pozo sin cuentas pagadas
Al menos ahora, que unas cuantas manzanas son siempre peores que la ilegalidad. La escondida de formas. Los documentos sin identidad.
Camino largo, lejano pero no perpetuo del extranjerismo.
Eso espero…