Fue ayer
era ayer
ha sido ayer
La sinapsis
es imposible
atendiendo
a la falsedad
del presente
a la brevedad
de la vida
a la sinopsis
constante
y la síntesis
del pasado
sobre las
arenas
del tiempo
¿y mañana?
los jardines
y los huertos
nos esperan
para despejar
el alma
a la usanza
de los del
siglo XIX
de quien
necesitaba
experimentar
la emoción
del rechazo
y termina
gozando
el rechazo
de la emoción
en una canción
ya sin palabras
sin ritmo
sin escalas
ni avión
aspirando
los silencios
hasta el
cerebelo
estimulando
a una
generación.