Espero que no tomes a mal lo que te voy a decir, pero respiras muy fuerte.
Y me gusta que sea así, porque tu presencia es fuerte.
Me encanta como respiras porque no se trata de una respiración común sino de una que está llena de vida.
Porque reafirmas tu presencia a cada instante y me permites caer en cuenta que estas viva.
No es una respiración que no se nota, sino que es una verdadera sinfonía. Como si tu cuerpo y tu alma se encontraran y se perdieran en la entrada y la salida.
No sé porque pero me gusta como suena. Quizás porque, así recuerdo que estás viva. Y no imagino como se te oye en el clímax, si así tranquila tu respiración me vibra.
Y ya me encanta que respires de esa forma. Y ya me encanta que respires todo el día.