Una noche, de despedida y a la vez de fanfarria
Una madrugada más en la colimba de ésa noche
En el servicio obligatorio de la misma.
Un día, callado y sin expectativa,
Desde el más profundo derrotero de tus ánimos
Desde el más perpetuo espasmo de tu risa
Desde el horizonte medio hasta el ocaso
Entre tu mar, tu arena blanca y tu brisa
Un día volveré a escuchar tu llanto
Pero tendrás el poder de hacer ceniza
Un día nos mirarás desde el cénit
A los pobres proletarios de tu pasado en provincia
Que no ves desde la tarde en que nos acostamos
¿Qué no ves a través de tu persiana?
Desde la mañana en que nos descuidamos
Y dejamos de hablarnos 500 noches y 19 días
Un día te escucharé con voz de mando
Un día te veré hasta en las noticias
No me verás, desde tu realidad profana
No me verás, tampoco desde tu persiana
No me verás y yo no escucharé tu risa
Un día me volverás a ver y yo no seré nada
Un día te volveré a ver y ya serás lesbiana.
Un día…
para siempre…
en estos días.